EL
MUNDO
25 junio
2023
El
'boom' de los test de intolerancias alimentarias: ni tienen aval médico ni
repercuten en una mejor salud
Boticaria García
Los expertos se muestran contrarios a
someterse a una prueba que diga qué le cae mejor o peor a tu cuerpo en una
clínica de barrio y sin una prescripción médica que lo pida
¿Qué abre la espita del envejecimiento? ¿Qué es lo que pone
en marcha ese complejo Basta una búsqueda rápida en Google para encontrar la
primera ganga? En una web nos prometen que por solo 290 euros, en 10 días,
sabremos si somos "intolerantes" a alguno de los 200 alimentos de la
lista. Desde el buey hasta el tomate pasando por especias como el tomillo. En
la siguiente web nos ofrecen lo mismo, pero con un descuento del 80%.
¿Realmente sirven para algo estos test?
La realidad es que, pese a estar tan extendidos, estos test
de intolerancia o sensibilidad a los alimentos no cuentan con evidencia
científica. De hecho, no se emplean como herramienta dentro del sistema de
salud público y están desaconsejados por numerosas sociedades científicas.
Entre ellas están la Sociedad Canadiense de Alergia e Inmunología Clínica
(CSACI) y la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) que
han criticado duramente estas pruebas por su falta de evidencia.
¿Qué diferencia hay entre una alergia y una intolerancia?
Es frecuente que se hable de estos términos indistintamente
y exista cierta confusión cuando en realidad son conceptos muy diferentes entre
sí. En el caso de que una persona sea alérgica a un alimento se genera una
respuesta inmunitaria. Esto puede ser realmente peligroso y causar incluso la
muerte.
Las intolerancias, sin embargo, se producen cuando el cuerpo
no procesa o digiere la comida de la manera adecuada provocando malestar de
distinta gravedad. Un ejemplo clásico es la intolerancia a la lactosa, que
origina en los pacientes distensión abdominal, dolor de tripa, gases,
diarrea... Aunque de la intolerancia "no te mueres", sí puede
empeorar mucho la calidad de vida de quienes la sufren.
Algunas personas sienten síntomas similares por causas que
nada tiene que ver con una intolerancia alimentaria y esto los anima a probar
con estos test en busca de una respuesta.
¿Qué miden estos test de intolerancia alimentaria?
En estos test de intolerancia o de sensibilidad se
determinan los anticuerpos IgG en suero frente a proteínas de distintos
alimentos de la dieta. El problema es que las pruebas de IgG carecen de
especificidad para la intolerancia alimentaria y no miden ningún marcador clínicamente
válido.
Nunca se ha probado científicamente que esta prueba sea
capaz de lograr lo que promete. De hecho, se cree que la presencia de IgG es
probablemente una respuesta normal del sistema inmunitario a la exposición de
los alimentos.
¿Cuáles son los problemas que pueden originar el uso estos
test?
Estos test tienen un precio suficientemente elevado como
para considerarse "buenos" pero sin dejar de ser relativamente
asequibles (aunque el "estacazo" que te pegan va por barrios). Por
tanto, el paciente se pregunta, ¿qué puedo perder? (aparte de dinero, claro).
La realidad es que confiar en los resultados de estos test nos puede llevar a
establecer un diagnóstico erróneo y a modificar el estilo de vida y de la dieta
sin tener una justificación para ello.
Por ejemplo, si no hay motivo para suprimir el gluten o los
lácteos, el hecho de eliminarlos de la dieta de una manera no controlada puede
originar déficit nutricional.
La siguiente vuelta de tuerca es que hay quien confunde la
velocidad con el tocino y deja de consumir los alimentos que les ha indicado
suprimir el test porque piensan que "les engordan". Dejar de comer
lechuga o tomate porque "a mí me engorda el tomate" no solo puede
llevarnos a deficiencias nutricionales sino a trastornos en la conducta de
mayor importancia.
¿Por qué se siguen vendiendo si no son eficaces?
Porque estamos dispuestos a buscar formas de sentirnos
mejor... pero nos gustan los atajos. Porque el ser humano sigue queriendo creer
en la magia. Y porque, por encima de todo, necesitamos sistemas y leyes que nos
protejan de los vericuetos legales que encuentran algunos para poder poner en
el mercado test que inducen al error